Sombras y espejos

Lo que no soporto de vos, es lo que no soporto de mi.

Es difícil no encandilarse con la posibilidad de que el otro (el que está fuera de mi) sea el imperfecto, es necesario entrenarse en la humildad para vislumbrar siquiera la posibilidad de ESE otro sea un fiel reflejo de todo lo que yo soy y no quiero ser, de todo lo que rechazo (mi sombra).

Algunas veces, no encontramos manera de ver esto, porque el otro suele funcionar en un formato difícil de decifrar con nuestro sistema de códigos... objetivamente, hace cosas que nosotros 'jamás' haríamos!!, pero si podemos traspolar esas acciones a otros planos, o despejarlas de los aspectos materiales para comprender solo su escencia, nos sería quizás posible comenzar a entender de qué forma nos refleja.

Deberíamos estar muy atentos a la catarata de sentimientos negativos que nos provocan las personas que nos exasperan, que nos parecen despreciables, o a las que no podemos evitar criticar.

No soporto al otro porque no es tan perfecto como yo soy o quisiera ser.

Y podríamos preguntarnos: ¿perfecto en términos de qué?
Perfecto en términos de mi propia escala de valores, en términos de mi propia necesidad de ser en el mundo para satisfacer unas metas subjetivas, que me impuse en algún momento de mi vida y que sostengo por miedo a que se caigan, porque estoy convencida de que si caen, todo mi ser caería con ellas.

No soporto al otro porque no comparte MIS valores.
No soporto al otro porque se comporta de una manera que no comparto en absoluto.

Y no solo no lo soporto, sino que en algunos casos, estoy incluso dispuesto a convencerlo de que MI manera de ver las cosas es definitivamente MEJOR (o es 'la' mejor de todas), y que es imposible que yo pueda aprender algo de él.
Estoy dispuesta a mostrarle información muy objetiva sobre el tema, a demostrar con estadísticas y hechos concretos mi punto de vista.

Estoy dispuesta a DESTRUIR al Otro, para que si es posible se CONVIERTA en Yo.

Y todo creyendo siempre que tengo razón y que estoy haciendo 'el bien' (o una buena obra).

Nuestro enemigo (y cada aspecto enemigo de nuestro amigo), es nuestro espejo.
Lo necesitamos para que nos muestre aquello que no podemos ver por nosotros mismos.

Todavía no encontré una forma de aplicar este concepto, pero cada vez estoy más convencida de que todas las cosas son como tienen que ser, y que cada uno de nosotros tiene que descubrir cuál es su propia forma de crecer.

Comentarios

Martha ha dicho que…
Hola!!

Gise este articulo me super encanto, Felicidades!! Y gracias por compartirlo!! Cualquier cosa a tus ordenes ok!!

Saludos

Martha
http://besodeamor-david.blogspot.com/

Entradas populares de este blog

Salir del sobrepeso por la otra puerta

Fin de semana largo

...