Entradas

Mostrando entradas de 2012

Mensaje para mis hijos chiquitos

Hijo mío, todavía sos un niño, te queda mucho de pureza a pesar de tus años conmigo. ¡No me permitas aquietarte, porque no tiene sentido!. No dejes que yo te diga qué hacer, ni te adjetive, porque así como sos, sos perfecto y siempre vas a serlo. No te pido que me salves de mis constantes duelos internos, nada más que me ayudes a preservarte, nada más que cada tanto me recuerdes aquello en lo que realmente creo. Muchas veces me voy, sin querer, del camino. Me desconecto. Y mi energía se diluye. Y me enojo con vos solo por lo enojada que estoy conmigo. Recordame que me voy a sentir mejor si jugamos un rato. Me tocó aprender de mí a través tuyo, pero mis cambios son lentos y tu infancia pasa rápido, y muchas veces tengo miedo de no me alcance el tiempo para ser la mamá que quiero. Existen caminos mejores que no estoy lista para darte, pero al menos me gustaría asegurarme de que nunca dejes de verte tal cual sos, de que no se calle tu voz, de que no llegues a desconectarte de...

No me preguntes

No me preguntes, amor, qué es lo que digo, no me preguntes cuando leas mis poemas, en mi alma femenina hay mil dilemas que al perder misterio perderán sentido. Que no te abrume, amor, ver en mis letras historias de romances del pasado, no son más que sentires olvidados que reviven en mi para inspirarme. Ojalá pudieras disfrutar mis versos sin tratar de comprender, solo entonando, como si fuesen las estrofas de un buen vino, que en sus gotas te tiene obnubilado. Tenés que saber, amor, y no lo olvides: es mi amor por vos inquebrantable, no intentes descifrarme en mis mensajes, no hay secretos que contar, amor, es solo arte.

Revive en mis sueños

Amanecí una vez más profundamente sumida, en aquel tiempo lejano que de repente volvía. Cuando en sublime silencio ansiaba que me buscaras, y cada vez sorprendida tras mi puerta te encontraba. Yo sostenía tu amor aún cuando no me amaras, y te sentía cerca aún cuando te escaparas. Y las tardes infinitas que tu voz iluminaban, iban marcando huellas imborrables en mi alma. Y disfrutábamos juntos de sensaciones sin nombre, que con silencio acallabas si acaso se desbordaban. Y en afán de no perderte reinventaba el personaje, para que siempre tuvieras un lugar en mi paisaje. Me desperté esa mañana invadida de emociones, se sucedieron las horas andando contradicciones. Y al pensarte me reencuentro con esos días de hadas, y con ese único beso que guardé bajo mi almohada. Como símbolo tangible de sentires intocables, como el intento fallido de un amor improbable. Y ese plácido refugio que yo tenía a tu lado, hoy vuelve como el recuerdo de mi viej...

Virada

Despojarme del deseo ajeno y así encontrar en mí mi propia vida, con ojos abiertos, antes ciegos verme animada y no abatida. Entera tras haber llorado el duelo de aquella que infalible se creía, asomarme a mi alma y tras su velo a mi sombra darle, al fin, la bienvenida. Desterrar de mi voz, por siempre, la queja que impiadosa victimiza, sabiendo mi dolor tan mío, como mi calma, mi inquietud, mi dicha. Liberada de ignorantes promesas que por bienintencionadas yo creía, vivir con la única certeza de que en nada existen garantías. Adueñarme de una vez, y hasta la muerte de cada paso que doy, de mis pisadas, y admitir de corazón y mente que solo de ser libre soy esclava.
Hoy me encontré, una vez más, con este poema (?) que le escribí a esa almita que por nueve semanas vivió adentro mío (hace ya más de ocho años) y tantos mensajes me dejó. No estoy especialmente orgullosa de este texto, de hecho mientras lo releía le encontraba defectos, sin embargo estas palabras son un atajo a una etapa de mi vida muy particular, una etapa de pérdidas y aprendizajes. Aquí lo dejo, para verlo más seguido, para compartilo con quien quiera leerlo. Dos líneas da positivo, la emoción inundó mi alma. Mi cuerpo no es solo mío, tu vida crece en mi panza. Cuando él lo supo, sus ojos brillaron hasta las lágrimas. Imaginarte en sus brazos, alimentó su esperanza. Dos líneas y nuestra casa, ya no nos alcanzaba, quisimos crear tu espacio, y proyectamos la mudanza. El camino que recorríamos, tomó otro rumbo con tu llegada. Parecía que la espera, sin dudas se haría larga. Miles de sensaciones  invadieron nuestra alma, al ver tu c...